martes, 14 de febrero de 2012

Emprender es un acto de amor


Comparto este articulo para hoy el dia de los Enamorados:

Agregar valor implica escuchar y observar a otros seres humanos. Es enamorarse de la posibilidad de ayudar al otro a resolver sus problemas. Ayudando a otros se reciben agradecimientos y se alimenta el alma. Resolver problemas por la vía del emprendimiento más que competir, es crear. Emprender, aunque cueste verlo de ese modo, es un acto de amor. Es esencialmente un acto de cooperación si se es ético y responsable. Somos éticos, por ejemplo, cuando hacemos nuestro negocio respetando al medio ambiente y el espíritu de las leyes. Somos responsables cuando anticipamos los efectos negativos de nuestro actuar y tomamos acción en consecuencia. Actuar responsablemente es, por ejemplo, promover la educación entre nuestros trabajadores, contaminar nada o casi nada, innovar para contribuir al progreso de la sociedad.
No todo puede ser resuelto a través del emprendimiento comercial o social. Sin embargo, en un mundo hiperconectado y de transformación acelerada tampoco es posible dejar todo en manos del Estado. Una coordinación centralizada de la sociedad sería demasiado lenta para una sociedad donde todos pueden y quieren participar. Pero abrir la sociedad al mundo de los negocios requiere acotar la tentación de enriquecernos ilimitadamente a través de la iniciativa individual. El principal foco del emprendimiento debe ser resolver problemas y ayudar a otros. El dinero que recibamos por capturar valor, que de otra manera se desperdiciaría, debe ser acotado y accesorio. Fomentando el emprendimiento y la acción empresarial a escala humana, combatimos a las grandes corporaciones que por su tamaño pierden el sentido ético y se transforman en sistemas burocráticos irresponsables y entrópicos. Resueltas las necesidades básicas de alimento y refugio, el motor de individuo es estar y ayudar a otros. Para ayudar a otros, el emprendimiento es un buen camino.

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